jueves, 29 de abril de 2010

Día Internacional de la Mujer, no todas lo celebramos

Ana Verdeja

“Yo no deseo que las mujeres tengan más poder sobre los hombres,
sino sobre ellas mismas“
Mary Wollstronecraft

Clara Zetkin una líder sindical que tuvo serios motivos para proponer un Día Internacional de la Mujer: el abuso laboral, físico y sexual a costureras era un hecho que la llevó a foros internacionales para explicar que las condiciones entre un género y otro no son para nada igualitarias. Cualquier abuso a cualquier sector de la sociedad justifica las protestas y el trabajo de personas que luchan por la igualdad y la paz social.
Entonces pienso: ¿En qué momento me perdí? Puedo creer que un hombre haya tenido la estúpida idea de crear un Día Internacional de la Mujer, pero que algunas mujeres hayan votado para que fuera así me parece totalmente insensato… ¿para qué? Creo que sólo para que quede de manifiesto que será el único día en que seremos escuchadas.
Creo sinceramente que esa fecha, igual que muchas otras, se han desviado de su verdadero sentido de justicia y se han convertido en las 24 horas más absurdas en los últimos años por lo menos en México, 24 horas de hombres que quieren tratar bien a las mujeres y les regalan rosas, gobernantes que organizan jornadas médicas en las que mujeres de escasos recursos se forman por horas para recibir una limpieza dental gratuita.
En todas las oficinas de gobierno reparten algo regalado, desde condones caducos hasta tarjetitas rosas con poemas de pósters cursis, en los noticieros aparecen las vidas de mujeres ejemplares e inteligentísimas que destacaron por sus colaboraciones sociales pero nunca por haber sido marginadas; muy por el contrario, mujeres que se esforzaron –igual que todos- no por conseguir un lugar social, sino por conseguir la realización de un sueño, idea o trabajo absolutamente personal.
Perdón a todos mis amigos hombres, pero no soporto que me feliciten ese día… tengo una amiga que tiene un marido celoso que le arrebata el teléfono cuando hablamos, ni siquiera le pregunta “¿Con quién hablas?” sólo le arrebata el auricular y cuelga; el imbécil piensa que quizá del otro lado hay un hombre masturbándose o tal vez crea que ella coquetea con el operador del telemarketing o que lo engaña con el ejecutivo bancario que habla todos los días para cobrar la tarjeta que el bueno para nada no ha podido liquidar.
Las historias son diarias, no de un día. Conozco a otra persona que tiene que partirse en pedazos para trabajar y cuidar a sus hijos; y encima de todo atender al patán de su marido que tiene más de tres años que no aporta nada al hogar, ni dinero, ni colaboración en la limpieza ni en el cuidado de los hijos. No entiendo porqué lo soporta, lo mantiene y lo atiende.
Ese extraño dispositivo que nos engendraron y que tiene que ver con la idea de soportarlo todo me parece un triste motivo para celebrar y es que decir que las mujeres somos fuertes y frágiles al mismo tiempo me parece más un lugar común, muy al estilo de la “leona dormida”. Muy ideal y oportuno para algunos y algunas también.
Me cuesta trabajo entender porqué cuando una jefa le pide al subordinado un favor sexual, él generalmente no la denunciaría por acoso, más bien aceptaría sin miedo, sin inhibiciones la propuesta, e incluso sería considerado un tonto si no “aprovechara la oportunidad”.
No soy feminista, pero me parece de muy mal gusto que haya un día para nuestro género y ninguno para ellos y algunos ejemplares machos hacen el mal chiste de que todos los demás días del año son de los varones… lo cual me parece una cosa de comedia barata caída en el cliché.
El 8 de marzo se ha convertido en un foro por el que transitan listas de nombres, estadísticas, noticias, estudios psicológicos, sociales, culturales y un sinfín de pliegos petitorios de mujeres maltratadas, abusadas y asesinadas en cada rincón del planeta. Las activistas protagonizan en “su” día y los hombres que apoyan la causa hasta se ganan la doble admiración.
Estoy convencida que la lucha es constante, que el abuso y el maltrato es un fuego que quema a quienes lo han padecido, por eso debería haber un día del hombre también en el que se dé cuenta del abuso a este sector, también hay muertos de Juárez, hombres levantados, golpeados, torturados, violados y asesinados.
Las estadísticas aseguran que son más los hombres que fallecen en medio de un ambiente violento, no sólo porque sean más hombres los que están involucrados, sino porque padres de familia responsables dan la cara por sus mujeres e hijos y mueren en los hechos.
Se me ocurre algo mejor aún, deberíamos proponer el Día Universal del Ser Humano, así en su justa medida, sin pretensiones, sólo por celebrarnos.

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